Tuve ordenador desde muy pequeño. Creo que fui de los primeros de mi grupo de amigos. Pero antes tuve una máquina de escribir.

Tal vez la máquina era de mi madre, no lo sé, tendría que preguntar de donde salió aquella máquina de escribir.

Pero escribía los trabajos de clase como reencarnado por Hemingway.

Antes de la máquina fue el diario. Recuerdo en Vigo, con diez o once años, como quería tener uno de esos diarios con candado. “Eso es de chicas” me dijeron una vez. Menuda gilipoyez. Me robaron la oportunidad de ser la nueva Ana Frank.

Escribir me ha liberado muchas veces. Y he fantaseado en más de una ocasión con escribir mi libro.

Algunas veces dramaturgo, otras poeta, las fantasías son varias … pero al final acúmulo palabras que son resquicios de lo que pudo y nunca ha sido.

Mañana me levantaré a las cinco de la mañana, me sentaré en mi escritorio con vistas al mar, me prepararé un café caliente y seré el autor de escritura peligrosa que idolatra a Spanbauer y que escribe sobre el asesinato de una joven que fue vista la última vez llorando dirección al bosque, sola, con una herida en el brazo, y gritando… “Dejarme salir”.

Etiquetado en:

Acerca del Autor

Noé Vicente

Viviendo entre escena y escena.

Si es la primera vez que vienes por aquí me presento, mi nombre es Noé Vicente. Éste es el lugar desde el que comparto alguna de mis opiniones, experiencias, fotos, etc…

Ver Artículos